El mejor tip de decoración


La sala de tus sueños. El tapete perfecto. Las pinturas o murales más originales. Los colores perfectamente combinados. El acomodo feng shui. La luz. Los espejos. La limpieza.

Sí, todo eso sin duda alguna harán un lugar realmente acogedor, bello, ideal.

Pero tengo la total certeza de que incluso con todo lo anterior, si no tienes el ingrediente felicidad, tu hogar no será más que una casa bien decorada.

Ya se, ya se que a veces soy muy romántica. Pero es que es cierto.

Cuántas veces hemos pisado lugares que lucen increíbles a la vista pero por alguna razón no nos sentimos cómodos ahí.

Y cuántas más nos hemos topado con sitios no muy alineados, con un poquito de desorden por aquí y otro por allá, incluso hasta medio polvorientos en las esquinas, pero que resultan ser encantadores.

Pues es eso: las sonrisas, las personas, las palabras que llenan el sitio lo que lo hace bello.

Pasamos horas de nuestro tiempo buscando ideas, gastamos gran parte de nuestros ahorros, invertimos esfuerzo en que todo luzca "perfecto", pero a veces nos olvidamos de estar en casa, pasamos días enteros en el trabajo, en la calle, en el tráfico. Y cuando llegamos llenamos el lugar de cansancio, de quejas, de estrés.

Más que pensar en que luzca bonito, deberíamos buscar que luzca acogedor, incluir esos detalles que nos recuerdan lo maravillosa que es nuestra vida y que se nos olvidan al cruzar la puerta.

Frases, fotos, velas, aromas, flores, luz. Pero todo eso aderezado de una sonrisa.

Que nuestro hogar tenga una regla simple: dejar afuera todo lo malo y entrar en ella cuando sea posible con la mejor actitud, para que se vuelva nuestro refugio, nuestro lugar de descanso.

Ese es el mejor tip de decoración. Decorar con sonrisas, decorar con humanos.

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