Mural: Trampantojo de ventana con vista a castillo

Al fin me he dado tiempo de escribir un breve post en éste blog... las últimas semanas fueron brutales para mí.

De verdad terminé exhausta...

Pero ya pasó todo y ahora quiero platicarles que estoy mucho mucho muy feliz porque ¡¡oficialmente me mudé de empleo!!

Para los que apenas me van leyendo les platico que además de la onda decorativa, los murales y el montón de hobbies que tengo también trabajo en el área de recursos humanos (la verdad aún no comprendo que hago acá, pero esa es otra historia), y pues el cambio de empresa fue muy positivo para mi vida.

De verdad les digo que si tienen oportunidad de hacer un cambio porque donde están, lo que hacen, las personas con quienes trabajan, o cualquier otro motivo, ya no son lo que necesitan en sus vidas, por favor háganlo. En serio just do it!. Es muy triste vivir sin vida, y no ir tras de aquello que nos apasiona -ojo: o al menos nos acerque un pasito más-.

La verdad a mi me tomó 3 años mudarme de empresa, siendo que desde hace 2 ya sabía que aquello no era lo mío, pero el conformismo a veces gana y no vale, en serio ¡¡no vale!!.

Que nuestro paso por la tierra es para brillar y no para pasar los días viendo el reloj de la oficina y suspirando porque sea viernes.

Ojala mis palabras le sean útiles a aquellos que se encuentren en una situación similar y se animen a correr el riesgo. Vale la pena, en serio.

Pero bueno que la historia completa se las debo y pronto espero compartirla en otro post, por ahora paso a presentarles otro de mis trabajos.




En ésta ocasión el mural que pinté fue algo muy especial para mí porque es el único trampantojo que hasta hoy he pintado.



Ya sé que la palabra es una monada: ¡¡¿¿trampantojo??!! Que cosa.

Pues un trampantojo es algo así como una pintura que engaña a la vista, haciéndonos creer que lo que vemos es real.

El que yo hice fue todavía más especial porque fue para una pequeña, y consistió en una ventana tipo ladrillos y así con vista a un castillo. Cómo sacado de cuento de hadas.


Pues el mural fue un éxito y la habitación ni que decir que quedó espectacular.

El mural se pintó en pared lisa y la verdad no tomó tantas horas hacerlo, a lo mucho unas 8 horas.


La anécdota del mural: como siempre tuve la fortuna de toparme con personas muy amables quienes me recibieron con las puertas abiertas y me facilitaron el trabajo.


Lo padrísimo fue encontrar con un pequeño restaurante italiano del cual les debo el nombre y ubicación pero que espero muy pronto regresar pues estaba RIQUISIMO. De verdad. A pesar de que me queda bastante lejos (como hora y media de casa), no aguanté el antojo y volvi un par de veces después del mural. Buenas sorpresas.

Pues por hoy los dejo ya aquí, que aun quedan cosas por hacer y mañana es apenas mi tercer día de trabajo, ya imaginarán que ando emocionada.



Gracias por leerme y no olviden dar like a la página en facebook kokore murales infantiles si gustan checar todo mi trabajo o contactarme para un mural.

Hasta pronto!


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